Sudáfrica se prepara para la batalla ante los aranceles "punitivos" de Estados Unidos
A partir del jueves 7 de agosto, se aplicará un impuesto del 30% a las exportaciones sudafricanas a Estados Unidos. Mientras se asegura de que continúen las negociaciones con Washington, Pretoria se compromete a diversificar su comercio, en particular con sus socios BRICS.
Sudáfrica no ha logrado un acuerdo con Donald Trump y se encuentra entre los países más afectados por los nuevos aranceles. A partir del jueves 7 de agosto, se aplicará un impuesto del 30% a sus exportaciones —el más alto del continente, junto con Argelia y Libia—, a pesar de su ya frágil economía.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos de Pretoria en los últimos meses, "el gobierno de Estados Unidos ha dejado de lado a los negociadores sudafricanos", afirma el sitio web Business Tech.
El presidente Cyril Ramaphosa, citado por la publicación Business Day, denunció los "aranceles punitivos", que solo se han reducido un 1% en comparación con la tasa inicial del 31% anunciada en abril. De hecho, este impuesto podría costarle caro al país: 30.000 empleos están amenazados, según el gobierno, y hasta 100.000, según el gobernador del banco central.
Pretoria había presentado propuestas para apaciguar al presidente estadounidense, como la importación de gas natural licuado y la inversión privada sudafricana en los sectores de la minería y el reciclaje de residuos. Pero esto no fue suficiente para apaciguar el resentimiento estadounidense, resumido así por el columnista de
Courrier International